domingo, 30 de junio de 2013

Cuando miro mi sombra. Juan Barroso.



Cuando miro la sombra que me sigue,
atada a mí durante el día,
veo la solar radiografía
de ese otro ser
que sin serlo me acompaña.

Es otro yo de amistad ciega
caminando tras de mí, cuando camino,
cegado por la luz que me proyecta
en plano cenital a horizontal tierra.

Se amolda a la pendiete en mi camino,
trepando a las paredes de tu puerta,
cuando el sol desciende a mis espalda
se crece por ver que la noche llega.

En la ausencia de luz mi sombra es todo,
nada en la noche a mi suerte le sujeta.
Mientras muero en el sueño de la idea
recorre en negritud la paz de tu calleja.

Regreso sombra crecido en la mañana
fresco de mar y húmedas tierras,
menguado cuando el sol está en lo alto
vuelvo a crecer cuando la tarde llega.

Cuando miro a esa sombra que me mira
veo en sus pasos la vida de cualquiera.
Baile de sombras que el sol nos va marcando,
monotonos compases de quimeras.

Juan Barroso @2013.

martes, 25 de junio de 2013

En el fondo del alma. Juan Barroso


Mientras que despacio vas matando este verano,
desde el centro descentrado de la idea,
si miras al fondo de tu alma ausente,
en esa pared desconcha que hay en frente,
donde el orin decolora los narcisos,
hay una puerta que parece una salida,
y un cartel de empuje nunca usado.

En ella un satánico triste crucifijo
cromado en negra sangre seca
que hiela la risa al rocio en la mañana.

En ese punto, verás a la derecha
el trono casi nuevo y defecado
de un dios padre siempre ausente
sin rastro del hijo que le hereda,
ni la paloma trinitaria en quien delegan.

A la sombría mano izquierda verás
que pendula ahorcado el proletario,
sus sombras cuelgan bajo el yugo
que miserables subyugan
la bondad interior del edificio
decorando el vacio metafísico.

Sobre esa bóveda de cristal
que tus neuronas cubren
en  vuelo circular unas polillas
revotan atraidas por tu idea.

Son polillas blancas de almas lunares,
amantes del rocío de vientre negro,
melanogaster en tanta teología
que esperan el feliz desanlace de la historia,
la apocalíptica la apertura de la puerta.

Y te animas y empujas como la letra dice,
y la puerta es un falso dibujo que te deja,
en la estacada, con dos palmos de narices.

Y es el muro un infinito bloque de granito
donde toda la oquedad es nada
y todas las salidas ya están tapiadas
siendo a la bóveda de cristal de tus neuronas
hacia donde todas las polillas angustiadas miran
junto con la melanogaster, musca del vinagre,
esperan que fermente el rancio néctar de la orina.

El verano despacio va muriendo
en el centro descentrado de la idea
la mirada ausente inanimada queda
sin alma sin luz sin esperanza.
habrá que desechar la ficticia idea.
El verano despacio va muriendo

Juan Barroso @2013

 

lunes, 17 de junio de 2013

¿Donde se rompió el poema? Juan Barroso


¿En que verso no rimó nuestro poema?
yo fuí la noche, tu eras el día,
tu la verdad, yo la poesía,
yo la incognita, tu el teorema.

Yo buscaba el sonteo, tu un verso libre
o una rima conjugada en asonate
de un arte menor, mas hilarante,
agua y cancion de verde mimbre.

No recuerdo el fonema deshilado
que el  tonto amor dejó a deshora
menguando estos versos deshojado.
Eso no fue amor sino es ahora.

No se que decir.
Yo ahora diría: abrazame fuerte,
lo mas fuerte que puedas

miércoles, 5 de junio de 2013

Poema: "Mira esta foto" Juan Barroso


Mira esta foto. ¿La ves?
 Hasta podría ser bonita. 
Si esos personajes fueran
de teatro fantasías.

Mira al hombre y su mujer.
 ¿que edad podían tener?.
 Parecen viejos.
 ¿No crees?
 Mira sus crías. 
¿Ves en ellas alegría?.
 Yo solo veo miedo y hambre.
 Ni educación ni poesía. 

Ya ves y pasaban hambre
 cuando la mar es tan rica.
Quizás comían morralla,
 lo bueno lo revendían.
 Con lo que venden pescado
 no tienen ni para camisas. 

Y esa niña, la major,
dentro de cuatro días,
por mil reales de ajuar
su padre la vendería.

Esta foto que es historia
nuca podrá ser bonita.
Esta terrible verdad
 tan lejos de la poesía,
suenan a tiempos pasados,
no tan lejos de hoy en día.