lunes, 5 de agosto de 2013

Apenas se leer por eso escribo. Juan Barroso


Apenas se leer por eso escribo,
cuando amaso letras en palabras,
en cada trazo veo como se forma una criatura.
Por ejemplo; la paloma comienza siendo paz
saltando después del palo hasta la loma.
Y alfinal es como tú, dulce paloma.

Poco a poco, en la doblez de la tinta,
se conforman las luces de tu cuerpo,
dibujado el deseo ya eres figura
pero aun te falta el necesario movimiento
que te lleve a la acción que yo no leo.
Porque apenas se leer, por eso escribo.

Después, en el verbo, todo se sustancia,
y en mi torpe grafía cobras vida.
Puedes zuzearme timida en arrullo
y abandono el reglón en la caricia.
O vuelas libremente al altozano
o dulcemente come de mi mano.
Es el tiempo verbal lo que me pierde.

Si volaste ayer ya no hay consuelo
solo ausencia de amor en este día,
si mañana volarás, como me temo,
tu dulzura de hoy es peor duelo
saber que mañana solo serás poesía.

Porque apenas se leer por eso escribo,
cincelando en cada letra mi agonia,
al no haber podido leer lo que decian
tu boca de grana y tu piel morena,
junto  palabras hermanas de la pena
para  dar vida en un poema
al desastre interior de mi caligrafía.

Apenas se leer por eso escribo
fijando en la palabra tanta pena.


 

viernes, 2 de agosto de 2013

Ajeno a todo. Juan Barroso


Ajeno a todo.

Desde aquí, ajeno a todo,
donde todo es la nada,
mi reloj de arena
se quedó sin tiempo.
El latir del cuarzo
me retrasa el ego,
ya no importa si aun soy
o en tu ausencia he muerto.

Y duermo despierto
en las horas densas
de la rígida arteria,
del amor sediento,
sin que avive el aire
la prolongada espera,
el pensamiento queda
tan ajeno a todo.

Cegadora es la luz
donde la luz no llega.
La ausencia es tan vieja
que parece invento.
Cuando el beso se piensa
se sabe mentira
si los ojos se buscan
y azar los retira.

Porque no hay dos caras
en una moneda.
Ya seco el glacial
la pasión se apaga
y de luz los años
que emana esa estrella,
cuando a tí te llegen
no valdrá la pena
maquillar los huesos
que seré mañana.

La palabra no vale
más que este poema.
Para abrirse paso
en las horas muertas.
En medio de nada
tan ajeno a todo
no valdrá la pena
si el beso se piensa.