martes, 27 de mayo de 2014

la princesa mala


Ella era la buena princesa mala
a la que él amó siempre,
y él, el torpe poeta triste
que soñaba y moría.

Ella era para él la mala
con esa maldad
que su bondad cubría,

Y lo fue para él.

Su vieja enfermedad
que se le diagnosticó más tarde,
fue un trastorno antiguo
de pseudo-poesía.

Tubérculos de literatura rancia
al margen de otras negras manías.

Ella era la buena princesa mala
que tanto quería
y él fue el mal poeta bueno que sufría de noche
en tantos insomnios de poesia,
con la radio fría
que el alma se heló a contra corriente.

Y él pensó que moría.
Lo había pensado siempre.
Y al final sería verdad
porque se moriría
desquiciado en quimeras.
Como se mueren siempre
los locos poetas.

La princesa mala buena
que tanto ha querido
no se fue con otro,
como suele pasar
en otras poesías,
y durmió a su lado.
Y agravó su delirio
de mala poesía.

Y ella sigue siendo
aun en nuestros días
la princesa mala buena
por la que sigue muriendo.

juan barroso. Martes, 27 de mayo de 2014.


domingo, 25 de mayo de 2014

Debajo del puente.

imagen de Mohamed Lechani.

Debajo de este puente
en el que tu nunca has dormido
la corriente pasa como ha pasado siempre,
indiferente a todo, distraída a mis pesares.

El pasar del agua, ajena, ausente,
como pasa la sangre por mis venas,
sin reconocerte, viejo puente,
que limpias el margen en mi ribera,

y dejas paso a otra corrientes
a otro caudal de limpia arena
y a otros Machados
que han vivido siempre.

Sin querer dejar mas huellas
que mis pies descalzos en la playa
que el poema triste que no ha sido
a la caricia de tu piel desangelada.

Dejaré mi verso a tu cuidado
debajo de ese puente
acurrucado en este olvido
que tanto te ha soñado.


Juan barroso, domingo, 25 de mayo de 2014
día de las falsas elecciones europeas.

sábado, 24 de mayo de 2014

Al salir ella.



Al salir ella toda la casa quedó fuera
sumergida en la oscuridad del mediodía,
se oían los pasos en la alfombra rota
y un reguero de recuerdos muertos
brilló sin apenas luz en la madera.

Cuando ella salió al exterior cerrado
que la vida ofrece a los que marchan
toda la casa quedo vacía de silencios
haciendo insoportable el ruido de la nada.

El segundero en un bucle inexistente
dejó el reloj sin hora cierta
y todo volvió a ser lo nunca sido.

Él quedó prisionero en su tristeza
a la sombra de un árbol dibujado

con color de sangre mortecina.

viernes, 23 de mayo de 2014

LAMINANDO LA MIRADA. Pintura Urbana. Barcelona

LAMINANDO LA MIRADA. Pintura Urbana en calle del Pi. Casco Antiguo de Barcelona. Registrada el lunes, 19 de mayo de 2014. por juan barroso