NO VUELVAS A QUERERME.
Él la miró a los ojos, la beso sencillo.
Respiró despacio,
con voz arrastrada
apenas le dijo:
sólo espero....
que ya no vuelvas a quererme.
Él moría
cuando en la distancia dice:
"vuelve por favor",
"te necesito".
Le rusultó siempre dificil
entender
que querian decir:
Te amo,
te quiero,
te necesito.
Y leyó tratados
en lenguas afectivas.
Él de lejos sabe
que nunca ha sido amado.
No era el tipo galán
seductor de mujeres.
Y lo quiso ser ,
sabia que a ella
le gustaba ese tipo.
Cuando él le decía
"te amo"
ella respondía un
"yo también".
Y ella, por honesta,
jamas dijo "te amo".
Oyendo el "yo tambíen"
su alma era la voz
tonor de un grillo
y cantaba en verano,
con ajena alegría.
Cantaba.
Simplemente
cantaba
para envidiar a otros grillos.
Alguna vez,
recuerda con tristeza,
que la escuchó decir "te quiero"
seguido de un
"vuelve a mí, te necesito".
Y comenzó a escucharse
en el canto hueco
de los otros grillos.
El coro de los grilos
que cantan a la luna.
Comenzó a distinguir
su voz entre los ecos
y comprendió que el suyo
era, como no,
canto de grillos.
Negro, oscuro.
Amor de grillo.
Le dijo adiós desde el anden,
había llegado a fin de recorrido.
Ella debía continuar,
seis paradas le faltaban
para llegar a destino.
Ella vivia mucho más lejos
no compartian metas
los desunía el destino.
Y él pensó y caminó solo,
con la mano en los bolsillos:
Espero que no vuelvas a quererme.
Y sin querer Amor, te necesito.
Juan Barroso
29 de septiembre de 2013
1 comentario:
Me gustó mucho!
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