Cáceres, posiblemente en la feria de San Miguel. Cuando el amor se podía llamar Gloria, Lili, Maribel o Teresa.
En el corazón no hay nada.
Del centro siempre se va a la periferia.
En el corazón no hay nada.
Porque siguiendo a la vida
toda el alma está en la calle.
Y en la periferia el alma es aire.
En el corazón de este hombre
ya no hay nada, solo un son ,
un torpe arritmico mal sonante.
Al final de todo, el alma está en la vida
que comienza a las afueras de tu calle.
A ese hombre, en su centro,
En su corazón, ya no le queda nada.
Hasta su alma ha dejado en el medio de la calle.
Otro día volverá repasando los caminos.
pero no a por ti, sino a por ella vino.
Juan Barroso.
Barcelona a 26 de marzo de 2013
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