A un Poeta.
A Quevedo se le fue la olla
y yo por aquí me ando.
(Si no te burlas de ti de quien te vas a reír)
Desde aquel día hormonal adolescente,
ese en que se me fue la olla,
dos tardes después de conocerte,
por el verso me pierdo y ando,
corriéndome tras tu falda evanescente,
como putas en cuaresma me ando,
como puta rastreada por rastrojo,
buscando con torpeza y regozando
en la palabra, rogándole a Machado
lo que de Benedetti cojo.
Y yo como Quevedo cojo,
muy a mi pesar, no es un antojo.
muy a mi pesar, no es un antojo.
Lo que tengo de poeta
no es solo por tí.
Lo que hoy soy yo siempre he sido,
un soñador ajeno a este planeta,
un niño, pintor que la calle deshacía
para buscar a su madre en Las Piñuelas.
Después te he buscado a ti,
aunque cantando mujeres,
como iguales, no es lo mismo.
Y así, me encuentro
la calle empedregando,
y a una madre, Águeda,
lavando en Las Piñuelas
y un Sierra-Fuentes
que para mi era un mundo
y un cine Guerra
al que la paz no llega.
Y un padre ausente
al que el salario agrieta
de sol a sol, digno mendigo,
olivo y verso
que en los inviernos sueña
con el penoso tiempo de la siega
Y regresaba a la casa, Inocencio,
por la noche en una bicicleta,
de cuadradas ruedas, que no es suya,
prestada de un hermano de miseria,
y amasa el pan de cada día,
blando en la noche,
de amor labrando
la dura sementera.
la dura sementera.
Y a otros, un duro fruto verde
del cielo les caía
al blando amargo pan
en sus amargas paneras.
en sus amargas paneras.
Hoy por el verso me pierdo y ando
persiguiendo tu falda evanescente,
rezando voy a Benedetti y a Machado.
Y no rezo a Quevedo
porque de sobras soy,
con perdón,
un putañero Quevedo.
con perdón,
un putañero Quevedo.
Juan Barroso
Barcelona, 28 de marzo de 2013
jueves de dolores
Ojo:
Cojo en castellano no es como en Hispano.
Aquí debe tomarse el sentido hispano.
1 comentario:
Me ha emocionado tanto que me ha hecho llorar. Son muchos recuerdos.
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