Siendo yo místico ateo.
Para vivir esta vida
hay que no ser, hora a hora.
Pasando siempre presente
Pasando siempre presente
Lo que tus labios no dan.
La otra vida. Solo siendo
La otra vida. Solo siendo
este muerto impenitente.
Con el dulzor de este trago
tan dulce como la muerte.
A dos suspiros de ti
solo me queda escribir.
Para vivir sin vivir
he de soñar, callado.
he de soñar, callado.
Y cuando a su hora llegue
ese tan temido trago,
¿que habré tenido de ti?
Soló el placer de dormir
como la alfombra a tu lado.
como la alfombra a tu lado.
Siendo yo místico ateo,
ven muerte tan distraída,
porque lo que dejo en vida
no tiene interés alguno,
solo: dos cuentas baldías,
cuatro versos y unos días
en los que el sol salía,
no por mí, sino por verte.
Juan Barroso
Barcelona a 23 de Marzo de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario