lunes, 23 de enero de 2012

El pintor que comía de oído.


Juan Barroso 2012.
 Ensalada con juego de luz de bodegón holandés.
Esta luz también se come.

Como suele decirse: "a la vejez viruelas". Viruelas con dudas metafísicas que nos da por comportarnos con estas extravagancias

A la vejez nos da por pensar cosas que en nuestra juventud hubiéramos desechado de inmediato. Al menos a lo que a mi pasado toca. Hubiera considerado chocheces de senectud las inquietudes vitales que me asaltan ahora. Y deben ser eso. Pero en estas edades, uno bien puedo permitirse estos estrambotes literarios y divagar contruyendo frases como: el pintor que comía de oído, con  la tranquilidad o la certeza de que pocos las leerán y aunque lo hicieran poco mermará mi curriculum de escribano.

Miguel de Cervantes tiene un soneto con estrambote. El estrambote define a un valentón diciendo: Y luego, incontinente /  caló el chapelo, requirió la espada / miró al soslayo, fuese y no hubo nada.

Que se pretende dar a entender con esto de "el pintor que comía de  oído". Es un simple juego de palabras surrealista, que pretenden llamar la atención del lector imitando los retorcidos sonetos de Gongora  o tiene algún contenido críptico, solo accesible para iniciados en modismos pasajeros.  Quizás tenga algo de ambas cosas  o quizás de ninguna. Quizás solo sea producto de esta  extravagancia senil de quien escribe, sin mas interés que darse gusto a si mismo y dar rienda libre a sus desvarios ociosos.

Realizando un ejercicio místico de autocontemplación o tal vez un mundano autocomplacimiento neuronal   me paro a realizar un análisis de contenido de mi propia actividad mental,, para tratar de dar coherencia lógica, si la tiene, a una frase que pudiera tener cierta sonoridad poética pero con oscuro significado para el hombre de la calle. Si le dijéramos al primer tertuliano que encontrásemos: "Este pintor que come de oído" ¿que llegaría a entender? Si le dijéramos: "Este músico que toca de oído", el significado estaría diáfano, por pocas entendederas que tuviera. Entendería rápido también si la  frase fuera "Este pintor pinta a ojo de buen cubero" Pero la frase "el pintor que come de oído" si bien parece tener una cierta  construcción lógica el significado es enigmático y oscuro.

En el pintor debe prevalecer una cierta capacidad estética visual donde el ojo, adiestrado en saber mirar, capta matices, formas y texturas que pasan desapercibidos al común humano. El comer, que no es mas que  necesidad  animal de todo ser vivo, en el pintor está mediatizada con su condicionamiento estético de su forma de mirar y junto a los olores y sabores de los alimentos aprecia colores, luces, sombras, texturas, distribución en el espacio, armonía budista en el ceremonial de la presentación. La realización un acto de oído, bien se entiende en el sentido de falta de experimentación o conocimientos propios, por lo que se recurre a terceras fuentes, a oír campanas.

 Con estas pesadas explicaciones ya se puede a comenzar a entender el sentido de mi frase. Una frase muy subjetiva que define un gusto puramente personal. Me gusta comer y como también con la vista. Se me llena antes mi tripa que mi ojo. Me he convertido en un voiyer  gastronómico, un mirón de páginas de cocina. Disfruto más viendo comer que comiendo. En ocasiones, temas de salud, nos ponen limitaciones en nuestras apetencias.  En el terreno sexual aun no llego a tal perversión. 

Busco las web,s de cocina, sobre todo de blogeros con fotos. Con buenas fotos. Las miro con deleite y saliveo como el perro de Pulov.  Reparo más en la calidad de la fotografía y los colores de los alimentos que en los posibles sabores, aunque también me agrada ese ejercicio y los suelo imaginar.

Un plato que no hace gozo a la vista no puede presentarse a la mesa y el cocinero que lo hace: o no nos respeta lo suficiente o nos quiere mal. Es algo tan repelente como comer sobre una mantelería de papel o acompañar un buen ibérico con Coca Cola.

Por eso,este pintor que come de oído, ha comenzado a acercarse a los fogones, y disfruta tanto preparando sus obras como digiriéndolas o viendo como la familia las consumen, quedando a veces con la incertidumbre de si habrán valorado la plástica del consumible.


Tomada de Blog de Recetas y que me motivó para realizar mis propias composiciones.

Y así, al pre-jubilarme, pensé retomar mi afición de aprendiz de pintor. Volver a experimentar con colores y texturas y con materia concreta componer abstracciones que sin decir nada impacten los sentidos.

Con que materiales podría ensayar. Hoy en pintura no hay vanguardia que pueda aportar nada nuevo. Está todo inventado ya. Desde la pintura fauve  de Henri Matisse al arte pobre de Antoni Tapies, pasando por conceptualismos o minimalistas, el uso de materiales escatológicos como pelo puvico o los propios excrementos del artista, se ha pretendido llegar a la sensibilidad del espectador por todos los medios. Medios marrulleros. Provocación pura y dura.

El espectador de obras de arte en la actualidad suele salir de las exposiciones ultravanguardistas con mas nausea que admiración. Confuso, insatisfecho. ¿Me tratan de comunicar algo o me están tomando el pelo?. Si te acercas al artista, buscando alguna luz sobre el contenido de su obra, seguro que te dirá que es una obra abierta, que el espectador es el que debe acabar y dar forma al cuadro. Puede que te pregunte que sientes ante su obra. Si le dices que nausea seguro que se dará por satisfecho ya que el cuadro no te ha dejado indiferente. Es un discurso viejo y gastado.Algo parecido opino de la nueva cocina vanguardista, minimalista y extravagante. 

  

Lasdos obras que expongo aquí veréis que todas llevan jamón. Ja ja...Es una de mis materias principales. El jamón da mucho juego. Queda bien con todo. 

Si hiciera una exposición con mis ultimas creaciones de mis pinturas comestibles, seguro que se me llenaría el salón y la crítica me sería favorable.


¿Y esta ensalada? ¿Os dice algo?

FICHA TÉCNICA DE LA OBRA:

SOPORTE: Plato hondo de cerámica.
MATERIALES: lechuga, queso gorgonsola y de cabra, champiñones, tomate seco en aceite, tarrina de panzanella con almendras.
FORMATO: unipersonal consumible y biodegradable por defecación.
PRECIO DELA OBRA: Fuera de catálogo. Consumido por el pintor que comía de oído.

No creo que este post pueda aportar gran cosa pero yo me lo pasado genial mientras lo hacía. Incluso he reído y eso me sienta bien.

miró al soslayo, fuese y no hubo nada.

Saludos.



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